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Afalina, la misteriosa furgoneta Volga

La primera vez que vi esta furgoneta me llamó la atención a pesar de que estaba medio escondida detrás de la hilera de limusinas presidenciales del Museo del Transporte de Moscú. No se podía fotografiar más que de lejos puesto que delante tenía una especie barca planeadora propulsada por una hélice.


El caso es que me pareció un vehículo interesante, en la línea de algunos diseños que proliferan últimamente por internet simulando monovolúmenes recreados a partir del diseño de un coche clásico. Esta furgoneta tenía el mismo aspecto pero iba más allá de ser una imagen creada por Photoshop.

Parecía bastante evidente que tenía relación con los Volga, puesto que además del frontal claramente pareciendo al de un GAZ 22 Volga, lucía en el lateral un logo de la marca.

Me daba la impresión de que había visto aquella furgoneta en algún otro lugar puesto que la silueta recordaba de alguna manera a las Barkas B-100 fabricadas en la antigua Alemania del Este.


Como me había quedado con ganas de verla de más cerca decidí volver al museo un par de semanas después. A pesar de que la furgoneta estaba en la última nave, dejé para después las joyas de los veinte a los cuarenta que había a la entrada del museo y fui directo a buscarla puesto que algunos coches habían cambiado de lugar o habían salido del museo, como el Pobeda taxi que pude fotografiar a la puerta.

La furgoneta estaba al mismo sitio. Me habían advertido que no tocara ningún coche ni entrase en los recintos acordonados, pero aun así pedí permiso a la vigilante de la sala para poder hacer fotos de las partes posterior y laterales. A pesar de que ni ella hablaba inglés ni yo ruso, el “niet” (нет) que me soltó lo entendí perfectamente. Afortunadamente al cabo de unos minutos, mientras yo intentaba hacer equilibrios para sacar una foto decente sin caer encima de aquella barca, la señora, esta vez acompañada de otra vigilante, se acercó y me dijo en voz baja que podía pasar a hacer fotos, a condición de que aquello quedase entre nosotros, entendí. No había demasiado lugar para hacer las fotos y a aquellas horas la luz ya no era la mejor, pero al menos pude pasar.


La parte de atrás también tiene partes que parecen la trasera de un Volga, pero no encontré ninguna sigla que dijese qué modelo era. Por supuesto, cuando llegué a la residencia empecé a buscar por internet sobre aquella furgoneta Volga. Finalmente descubrí que se trata de un ejemplar único hecho artesanalmente. Según la información que encontré, a principios de los setenta Alexei Nikitovich, un chapista del Ministerio del Interior soviético construyó esta original criatura con partes de otros vehículos. Cogió la base de una furgoneta Latvija RAF 977D, en la foto tenéis un ejemplar parecido que vi en Chernousovo, y con piezas de GAZ 22 Volga y muchas horas de trabajo lo transformó todo en este vehículo tan curioso que algunos conocen como GAZ 22 Afalina.


En internet he encontrado fotos en las que parece que no hace mucho se encontraba en bastante buen estado. En la web max-models.ru/gaz-raf tenéis más información de como se cortaron, formaron y ensamblaron las distintas piezas de este modelo único. Por la forma como está construida recuerda a cómo se hizo el SEAT 600 “Múltiple”, que a pesar de estar inspirado en el FIAT Multipla, tiene el frontal hecho también con piezas del 600. De las pocas unidades que se hicieron del “Múltiple” no se sabe con certeza que haya sobrevivido ninguna. La Afalina al menos todavía existe, quizás algún día saldrá de su arrinconamiento se podrá verse restaurada en el museo.




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