Paseo por La Boca
La Boca es uno de esos barrios bonaerenses donde todavía se puede respirar el sabor porteño. Punto de llegada de los inmigrantes y barrio de artistas y estibadores en el pasado hoy es una mezcla de atracción turística y barrio obrero con multicolores casas de chapa. De lejos recuerda de alguna manera el barrio del Cabanyal de Valencia.
Había llegado a Buenos Aires el mismo día de las elecciones presidenciales. Como estaba alojado en dos pasos del Obelisco viví el recuento de votos en la calle y fui testigo de cómo la mitad de la gente celebraba la victoria de Macri mientras la otra mitad trataba de asimilar la derrota.
A pesar de que nos lo habían desaconsejado una compañera alemana y yo decidimos tomar un colectivo para ir a La Boca. El bus nos dejó lejos de Caminito, así que el safari fotográfico fue más largo de lo previsto. La primera presa fue un Falcon Rural, la ranchera argentina del viejo Ford. En el post sobre los Falcon Argentinos podéis ver una foto posterior del mismo ejemplar. Estaba completo y posiblemente era la residencia de alguien que vivía en la calle. En las paredes de aquellas calles desiertas los carteles de la reciente campaña electoral se alternaban con grafitti que expresaban todo tipo de reivindicaciones y denuncias.
Cada vecino que nos cruzábamos me advertía de que guardase la cámara, pero como no me podía resistir a fotografiar todo lo que me parecía interesante no les hice demasiado caso.
Pasamos cerca de la "bombonera", el estadio del Boca Juniors. Más adelante, a tres pasos de Caminito encontramos un Fiat 125 Sport, este endemismo argentino parece de lejos un 850 Coupé, sólo la calandra indica que el motor está delante, de cerca ya se ve que es más grande. Es un coche bastante curioso, la carrocería está basada en la del 1500 Coupé
Vignale de principios de los 60 pero, con la llegada del 125 a Argentina, Fiat Concord decidió modificar la parte posterior, haciéndola inclinada de forma que le daba un aire más moderno y de paso se ahorraba seguir pagando royalties al carrocero turinés. El resultado es el que podéis ver en las fotos, se fabricó hasta 1978.
En Caminito el tango forma parte de la vida del barrio, los turistas se arremolinan alrededor de las parejas que danzan entre posters de Mafalda y Bergoglio. Los bailarines cruzan sus piernas y rozan los cuerpos contagiando una sensualidad que cautiva al espec-
tador. En la calle de atrás, en cambio, junto a unas vías abandonadas, un DKW 1000 reposa a la sombra. Este curioso coche, con motor de 3 cilindros y 2 tiempos fue fabricado también en Argentina y actualmente contribuye a dar más carácter si cabe al barrio. El puerto de La Boca, hoy tan calmado, recuerda un pasado frenético, un lugar fantástico para terminar una excursión que, tanto si os gustan los coches viejos como si no, realmente vale la pena.
