top of page

Lamborghini Countach en París

Para muchos de los que fuimos niños en los años 70 el Lamborghini Countach era el coche de nuestros sueños. La mayoría de nosotros lo más cerca que estuvimos de un Countach eran las cartas de coches de Fournier, las miniaturas de Guisval o los pósteres que colgábamos en nuestra habitación. El Countach era la carta que todos queríamos tener, hacía de portada de la colección y derrotaba a todos los rivales por prestaciones. En una época en la que los niños nos acercábamos a las ventanillas de los coches de los turistas para ver hasta cuánto marcaban los velocímetros, pensar en un coche que llegaba a 300 km/h nos transportaba a la carrera espacial. Conviene no olvidar que eran los años del Concorde y que poco antes el hombre había llegado a la luna.

La forma en cuña del Countach, con puertas que se abren en tijera, es obra de Marcello Gandini, entonces diseñador jefe de Bertone, que también es autor de obras maestras como el Alfa Romeo Montreal. La silueta recuerda otros diseños de Gandini como el Alfa Romeo Carabo o el Lancia Stratos.


Presentado en 1974 el Countach fue el supercoche de los 70 y los 80, manteniéndose la producción hasta 1990. El ejemplar que podéis ver en las fotos es un LP400, de la primera serie, la que tiene las líneas más limpias y puras, similares al prototipo original de Gandini. A las versiones posteriores les fueron creciendo los pasos de rueda, alerones, branquias y espoilers por todas partes. La última versión, la que celebraba el 25 aniversario de la marca, es sin duda la más desafortunada estéticamente, entre tantos apéndices incluso le creció un paragolpes posterior que enmascara la fluidez de las líneas originales.

El ejemplar expuesto al Retro Mobile de París de este año estaba en estado similar a nuevo, incluso las ruedas, convenientemente siliconadas, tenían el aspecto de los años setenta. Hoy en día las ruedas del Countach parecen buñuelos, cualquier utilitario actual lleva llantas con más diámetro y unos neumáticos más anchos, pero sin duda en el Countach contribuyen a mantener el equilibrio de líneas.

Visto de cerca se pueden apreciar muchos detalles que hablan de una construcción artesanal. El interior, por ejemplo, está completamente forrado en piel y distintos tejidos, los relojes e interruptores parecen de procedencias variadas, incluso los pilotos, magistralmente integrados en la cola del coche parecen provenir de un autobús.

Esto no quita que más de cuarenta años después el Countach continúe siendo un icono del diseño. Pero no todo es estética, esta versión, equipada con un V12 de cuatro litros, heredado del Lamborghini Miura, y media docena de carburadores sea capaz de llegar a los 315 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 5 segundos, la mayoría de los mortales de momento continuaremos soñando.

Recent Posts
Archive
bottom of page